Home ELECTRIC DRINKS ROD SMALLWOOD: ESTRATEGA, JUEZ Y VERDUGO DEL UNIVERSO MAIDEN.

ROD SMALLWOOD: ESTRATEGA, JUEZ Y VERDUGO DEL UNIVERSO MAIDEN.

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Iron Maiden, la emblemática banda británica de heavy metal, ha disfrutado de un inmenso éxito y de una base de seguidores fieles durante más de cuatro décadas. Si bien el talento y la música de la banda sin duda han desempeñado un papel importante en sus logros, no se puede pasar por alto el impacto de su manager, Rod Smallwood.

En los primeros días de junio de 1979, en un pub llamado The Swan, cerca del mítico Hammersmith una pequeña banda de heavy metal tenía que subir al escenario, pero se encontraron con un pequeño problema… el cantante acababa de ser detenido en comisaría. Paul Di’Anno había sido arrestado por tenencia de una navaja automática durante un cacheo aleatorio en la puerta de un bar.

Un Harris nervioso se fue corriendo a buscar a la persona que había organizado el concierto. Rod Smallwood, que por aquel entonces tenía 29 años, seis años mayor que Harris y a pesar de querer salir del mundo de la música, gracias a una maqueta que le pasó un amigo del bajista decidió darse una última oportunidad programando dos fechas para Maiden.

 Cuando Smallwood se enteró que el cantante estaba arrestado, buscó la solución más fácil. Le dijo a Harris, tienes que tocar porque toda esa gente ha venido a verte a ti. Le preguntó, ¿sabes la letra de las canciones? A lo que le respondió Harris, claro, las escribí yo. A lo que respondió Smallwood… pues cántalas tu.

Diez minutos después, IRON MAIDEN subió al pequeño escenario de The Swan en modo trio: Harris, Murray y Sampson consiguiendo al menos que el público se lo pasara bien.

Para Rod Smallwood, este fue el momento en el que creyó por primera vez que Iron Maiden podía llegar a la cima. Rod se dio cuenta que Steve era incapaz de cantar, pero vio algo en el escenario que le impacto, la manera de mirar de Steve y Dave al público a los ojos. Le encantó su actitud, y aunque ahora con retrospectiva aunque todo se vea más fácil ese día visionó que serían una de las mayores bandas del heavy metal… y claro, canciones como Prowler, Iron Maiden o The Phantom of the Opera y Wratchild esa noche, también ayudaron.

Aquel concierto en The Swan fue visto por menos de 50 personas, pero quizás fue el concierto más importante que la banda haya dado jamás. Ese día Harris unió fuerzas para siempre con Rod, el hombre que a partir de ese momento se convertiría en manager. Fue el comienzo de una larga y estrecha relación que catapultaría a Iron Maiden al estrellato.

Rod Smallwood acabó siendo conocido como “Rod el mánager” dada su importancia en la banda. Su perspicacia empresarial y su inquebrantable dedicación a la banda han sido cruciales para impulsar a Maiden a la vanguardia de la escena del Heavy Metal. Reconoció el potencial que escupían en escena y en sus composiciones desde el momento en que tuvo contacto con ellos y trabajó incansablemente para asegurarle contratos discográficos y oportunidades de negocio con las giras.

Quizás su mayor logro ha sido su capacidad para crear una imagen de marca solida para Maiden. Comprendió adelantándose a su tiempo la importancia de crear una identidad visual distintiva que tuviera eco entre los fans, y jugó un papel fundamental en la creación de Eddie que sigue siendo sinónimo de Iron Maiden y el rostro visible. Su constante presencia de carácter amenazante en cada disco y en los escenarios los convirtió en una marca registrada y les ayudó a destacar en una industria musical abarrotada de bandas y fórmulas musicales.

Rod ha tomado a lo largo de su camino junto a Iron Maiden decisiones cruciales para el crecimiento. Reconoció antes de tiempo la importancia del mercado emergente de la música en vivo y fue pionero en el concepto de giras en estadios a gran escala para las bandas de heavy metal. Su visión y su meticulosa planificación aseguraron que cada gira de Iron Maiden se convirtieran en espectáculos legendarios, atrayendo a miles de fans de todo el mundo. Que junto a su capacidad para asegurar lucrativos acuerdos de patrocinio y acuerdos de merchandising solidificó aún más la estabilidad financiera y el alcance global de la marca Iron Maiden.

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Pero no todo han sido estrategias en busca de dinero y popularidad. Rod también tuvo que actuar de juez y de verdugo en más de una ocasión.

Mientras que Stratton era un caso de desajuste notable en la banda que frenaba la evolución, siendo mayor que el resto y con ideas completamente antagónicas a Harris y a Rod tanto a nivel musical como de actitud, Di’Anno era un caso de sexo, drogas y falta de confianza del resto del grupo, manager incluido.

Rod se encargó de invitar a Stratton a dejar hueco, y Paul no arregló las cosas. En la primavera del 81 tuvieron que cancelar varios conciertos en Alemania y Escandinavia porque Di’Anno aparentemente había perdido la voz.

Cuando la banda se embarcó en su primera gira por Estados Unidos y Canadá en verano del 81, abriendo para Judas Priest, lo haría ya sin confianza en Paul, lo que les suponía tanto a Harris como a Rod un innecesario sufrimiento cada noche.

Di’Anno adoptó el estilo de vida del rock’n’roll, con alcohol, drogas y mujeres prácticamente las 24 horas del día, todos los días de la semana, y sus actuaciones sufrieron mucho por la tensión física y emocional. También, e inevitablemente, se distanció cada vez más de Harris. Y evidentemente Rod le leyó la cartilla y paradojamente le dio la oportunidad de arreglar las cosas… pero ni siquiera lo intentó y Paul pasó a formar parte de la historia pasada de Iron Maiden.

Durante el proceso de espera y de ninguna esperanza (Harris si la tenía) de que Paul se reconstruyera, Rod tenía una cosa clara: con Paul nunca conquistarían América. Su plan era tenerlos metidos en una incesante gira, pero con otro cantante que hiciera progresar mucho más a la banda. Pero existía la gran duda… ¿cómo les iría sin la voz reconocible de la banda?

En mitad del festival de Reading de 1981, Harris y Rod Smallwood volaron desde Francia, durante unas horas libres que tenían en mitad de la gira de Killers, para intentar convencer a quien tanto Harris como Rod habían decidido que sería el primer candidato a sustituir a Paul.

Según cuenta Dickinson en su autobiografía:

“Estaba en un rincón de una carpa de cerveza cuando Rod Smallwood se me acercó y me dijo: ‘Vayamos a algún lugar tranquilo donde podamos hablar’. Salimos y nos quedamos, iluminados para que todo el mundo pudiera vernos, bajo el poste en medio del área detrás del escenario. ‘¿Quieres volver a mi habitación para charlar un rato?’, dijo. De vuelta en la habitación, lejos de las miradas indiscretas, Rod colocó sus cartas. ‘Te estoy ofreciendo la oportunidad de hacer una audición para Iron Maiden’, dijo. ‘¿Estás interesado?’ Le dije lo que pensaba: ‘Cuando consiga el trabajo, y lo conseguiré, ¿estás preparado para un estilo y opiniones totalmente diferentes y para alguien que no se va a rendir? Puede que sea un dolor de cabeza, pero es por todas las razones correctas. Si no quieres eso, dímelo ahora y me iré’. Si Iron Maiden quería jugar con el martillo de los dioses, que lo haga. Si no, que se vaya y consiga a alguien más aburrido en su lugar.

Bruce Dickinson

La intercepción por parte del manager de Maiden del muy joven y muy seguro de sí mismo Dickinson significó que esta actuación en Reading sería la última aparición de Bruce como cantante de Samson.

Todo esto estaba sucediendo a espaldas de Di’Anno, pero no le sorprendió que le dijeran que Maiden quería que se fuera. Se convocó una reunión a mediados de septiembre, después de las fechas de Maiden en la gira escandinava de Killers. Y después de casi seis meses de un tortuoso proceso de decepción, un poco de pánico y, finalmente, una decisión la banda no se presentó como se había acordado, y Smallwood se quedó solo para despedir a Di’Anno.

“Fue una discusión civilizada. Fue literalmente un caso en el que Rod dijo: ‘Paul, creemos que es mejor que dejes Maiden’, y yo dije: ‘Está bien, iba a renunciar de todos modos’”. Paul Di’Anno

Lo más sorprendente, quizás, es que Bruce parecía no saber qué hacer. Pidió consejo a varios amigos y colegas sobre la oferta de Maiden. No se sabe si Dickinson estaba realmente inseguro. Parece más probable que pudiera haber estado nervioso por dejar atrás a los muchachos de Samson para un trabajo que obviamente le pagaría mucho mejor y lo colocaría en una situación próspera que ya estaba establecida.

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